Un partido de fútbol para Vitoria, un sueño para el pueblo saharaui

El primer gran partido de la Selección de fútbol Saharaui en la Diáspora se ha jugado este sábado en Vitoria contra club alavés A.D.C. Abetxuko.

«Éramos niños descalzos». Moulud Said vive en Francia, pero hasta los 14 años creció en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). Desde pequeño quiso dedicarse al fútbol y siempre ha vivido con la ilusión de que un día su país -no reconocido por Marruecos- tuviera una selección nacional donde poder jugar. Ahora, por primera vez, viste una camiseta de esa selección. Es verde, tiene un escudo en el pecho donde se lee “Sahara Occidental” y es la equipación que ha llevado la Selección de fútbol Saharaui en la Diáspora para enfrentarse, en un encuentro amistoso, al modestísimo club alavés A.D.C. Abetxuko en el campo de fútbol de San Martín en Vitoria. «Siempre he sido de balón», recordaba Moulud antes del entrenamiento del viernes. A las 18:00, un autobús aparcaba frente a la verja del campo y 20 jugadores saharauis procedentes de España, Francia y Suecia bajaban emocionados. Muchos era la primera vez que se veían o que participaban en un evento deportivo como parte de la selección de fútbol su país.

«Tenemos sensaciones contradictorias. Por un lado, es una felicidad inmensa estar aquí todos juntos para representar a nuestro país y reunir a nuestros jóvenes en torno al deporte. Por otra parte, están las dificultades económicas y la distancia», explicaba el viernes Ahmed Baba Yahya Bohubeini, presidente de la Federación Saharaui de Deportes (FSD). La FSD se fundó en Vitoria el 20 de diciembre de 2020 y es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es impulsar el reconocimiento del pueblo saharaui mediante el deporte del colectivo saharaui en la diáspora. Colabora con el ministerio de Territorios Ocupados y Diáspora y el ministerio de Juventud y Deportes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y ha sido la encargada de coordinar el partido y conseguir que la selección de fútbol Saharaui participe en el primer evento deportivo de esta categoría en Euskadi. «Es la primera vez que se hace algo de este calibre y para los jugadores es una felicidad inmensa. Formar parte de una selección donde pone Sáhara Occidental en camiseta es una ilusión», contaba Bohubeini.

-¿Cómo es ponerse la camiseta?

-Uf…

Moulud suspiraba y sonreía: «Es una responsabilidad enorme, yo he conocido el desierto, donde no hay escuelas de formación y es todo entre nosotros. Hoy estoy aquí, en un buen club y seguro de que mi sueño se ha hecho realidad». Él empezó como jugador en la Unión Deportiva Las Palmas, el club de fútbol en la Segunda División de la ciudad canaria. Años después le ofrecieron la posibilidad de mudarse a Francia con un contrato deportivo y juega allí desde entonces. «Son los frutos de todo lo que he trabajado estos años y ahora lo demuestro por mi país», contaba.

Mustafá Troncoso ha sido delantero en el Club de Fútbol Lorca Deportiva (Murcia) durante esta última temporada, nació en Tinduf, tiene 32 años y, como Moulud, se siente orgulloso de poder representar a la RASD en el campo. «Para los niños saharauis que nos vean tiene que ser emocionante, es como cuando lo veíamos de pequeños. Nosotros el futuro lo vemos siempre a corta distancia, pero el camino no ha sido tan corto. Es demasiada trayectoria hasta conseguir lo que yo tengo», explicaba antes de unirse al entrenamiento con el resto de sus compañeros. «Es la ilusión de todo el mundo. Empiezan mil y a primera división solo llega uno, dos la tocan y el resto se viene abajo». Mustafá ha saboreado esa ilusión desde los 19 años, cuando comenzó en Segunda División B: «De momento no he bajado. Desde los 19 a los 32 y aquí sigo, enganchado».

Mustafá, junto con Ali Radjel, que ha jugado de extremo en el Club Deportivo Numancia «B» los últimos dos años, es uno de los futbolistas considerados «profesionales» dentro de la selección. «Tenemos unos cuantos futbolistas que juegan en clubes de Álava, pero la mayoría son no profesionales y se han conocido durante el entrenamiento», indicaba Bohubeini. Uno de los objetivos de la FSD es desarrollar una cantera de deportistas, no solo en fútbol, sino en otras disciplinas, como el atletismo (la sección de atletismo en la diáspora también está asociada a la FSD), con la que acercar el deporte a jóvenes deportistas saharauis. El Ministro de Juventud y Deporte de la RASD, Musa Salma, anunció el viernes en declaraciones a la prensa que el ministerio ya ha creado un comité técnico para captar talentos deportivos en los campamentos de refugiados saharauis y que será la FSD la encargada de la captación en la diáspora. La financiación, la falta de material deportivo o la infraestructura deficiente son algunos de los problemas a los que tiene que hacer frente la federación. «Es muy difícil. Somos voluntarios y todo lo que hacemos lo sacamos de nuestro propio tiempo y con nuestros recursos, pero hacemos una labor muy importante para la sociedad saharaui y la juventud. ¿Por qué no tener un jugador saharaui en Primera División? ¿O que nuestra selección nos represente en un evento internacional? Esas son las metas», se enorgullecía Bohubeini.

Las metas de presidente de la FSD todavía no se han alcanzado porque la selección saharaui de fútbol no puede disputar partidos internacionales oficiales al no estar reconocida ni por la FIFA ni por la Confederación Africana de Fútbol. «Estamos ausentes. A pesar de ser miembros fundadores de la Unión Africana no contamos como selección», ha denunciado el delegado saharaui en Euskadi, M.Liman Mohamed Ali, en conversación telefónica unas horas antes del partido contra el A.D.C Abetxuko. Para él, la selección de fútbol saharaui en la diáspora es «el embrión de una selección nacional que pueda jugar en diferentes latitudes» porque «hay un interés dentro de los campamentos y entre los saharauis en la diáspora por sentir la pertenencia a una selección y a unos jugadores, como sienten en todo el mundo».

Este partido, financiado gracias a las cuotas de los socios de la FSD, a las ventas de la camiseta de la selección (que se pusieron en marcha a principios de 2021) y al apoyo económico de otras entidades, supone «un hito» para la Delegación Saharaui en Euskadi. «Todos somos conscientes de la importancia que tiene el deporte, y del fútbol especialmente, a la hora de sensibilizar y dar visibilidad a diferentes luchas. Descubrir que hay una selección que viene de un campamento de refugiados puede llevar a cualquiera a pensar y a interesarse por el conflicto. Eso conduce a una mayor solidaridad y simpatía hacia nuestra causa», ha explicado M. Liman Mohamed Ali. Bohubeini coincide con el delegado en que el deporte «es un transmisor de valores» y que, dentro de esos valores, «la lucha es la que les da la energía para creer que siempre hay más posibilidades de mejorar como deportistas, como personas y como pueblo».

Vitoria ha sido la ciudad escogida para transmitir ese espíritu de lucha. «Es una ciudad que siempre ha apostado por el deporte y que siempre ha defendido la causa justa de los pueblos. La FSD se ha creado aquí, la mayor comunidad saharaui vive aquí y era de vital importancia que este partido fuera en Vitoria», indicaba Bohubeini el viernes. Y así ha sido. El encuentro amistoso ha empezado a las 19:00, en el mismo campo donde ayer Moulud y Mustafá entrenaban junto a sus compañeros y bajo las directrices del entrenador, Mohandi Abdelay Mulay, y con todas las entradas para verlo vendidas. Al ya manido «lo importante no es ganar, lo importante es participar» en esta ocasión lo envolvía una solemnidad especial, y es que, además, el resultado ha acompañado a la frase: empate 2-2 con el A.D.C Abetxuko. Jordi Sidahmed, que viste el número tres en la Selección saharaui, ha marcado el primer gol del encuentro, y el ‘numantino’ Ali Radjel ha sorprendido con el segundo tras el descanso, pero los 90 minutos han terminado con el marcador igualado después de dos goles del A.D.C Abetxuko.

Gracias a la retransmisión en directo por Instagram y a través de las redes de RADS-TV (el canal de televisión estatal en español de la RASD, han podido «transmitir a los niños en los campamentos esa ilusión y la imagen con la que sueñan desde pequeños». Lo auguraba  Bohubeini el viernes y se ha cumplido este sábado. «Somos gente que tenemos que luchar y reinventarnos para seguir luchando y dando visibilidad a nuestra causa. Qué mejor manera que mediante el deporte».

(Fuente:elDiario-2021/07/03)