Tadamum prepara la carga para la Caravana con el Sáhara que partirá a finales de mes

Un año más, instituciones, ONGs, centros escolares, supermercados y miles de iruneses han participado en la recogida de alimentos para la Caravana Vasca con el Sáhara, realizada la pasada semana en la ciudad. La iniciativa demandada por la Media Luna Saharaui y la Unión Nacional de Mujeres Saharauis ha cumplido 16 años, pero su objetivo no ha cambiado: enviar alimentos a los refugiados de los campamentos de Tindouf (Argelia) y reducir las patologías por desnutrición de la población más vulnerable.

Culminada, el pasado 25 de enero, la recogida popular y en los centros escolares, esta semana tocaba empaquetar los productos y colocarlos en palés. Voluntarios de la Asociación de Amigos del Sáhara en Txingudi, Tadamum Elkartea y del colegio San Vicente de Paúl han trabajado durante todos estos días en un pabellón del edifico Belasko cedido por el Ayuntamiento para tener la carga a punto.

«Estamos aquí, empaquetándolo todo. Por lo que estamos viendo, el volumen de productos recogidos será muy parecido al del año pasado, que fueron 29 toneladas», decía Trini Fernández, voluntaria de Tadamum. «Entonces hicimos 27 palés y este año creo que va a ser similar. Tenemos una comarca superimplicada y colaboradora con esta campaña. Damos las gracias a los ayuntamientos, que aportan mucho y nos facilitan las cosas, a los supermercados, a los centros escolares, porque además de recoger los productos, los niños mandan dibujos y mensajes maravillosos y a todas las personas que han colaborado en la recogida».

La carga será enviada la semana que viene a Donostia, donde confluirá con los productos recogidos en toda Gipuzkoa, así como en Vizcaya y Álava. «Cada año, la caravana parte de un territorio y éste nos ha tocado», explica Trini. «Si no hay cambios, los camiones partirán el 29 de febrero con destino al puerto de Alicante».

Allí se reunirán con las caravanas procedentes de distintos puntos del Estado y se fletará un barco con destino a Orán. Una vez en la ciudad portuaria argelina, el Frente Polisario se hará cargo de la caravana y los vehículos pasarán a formar parte de la Media Luna Roja».

«Que no se olviden»

Los alimentos y productos higiénicos recogidos se repartirán entre la población de los campos de refugiados de Tindouf, donde viven 190.000 personas, «que carecen absolutamente de recursos propios y además es imposible que los tengan», añade Trini Fernández. «Yo he viajado cinco veces a los campamentos y no hay posibilidad de salir adelante sin ayuda. Cada familia tiene tres o cuatro cabras para su subsistencia y no hay campos de cultivo. Se ha intentado, pero ni la climatología, ni el terreno ayudan, por lo que los intentos están condenados al fracaso. Ya llevan así más de cuarenta años, pero cuando hablas con ellos, siguen esperanzados. Su objetivo final es alcanzar la libertad del Sáhara, pero su situación política es muy complicada y el tiempo juega en su contra. Esta campaña nuestra es un grano de arena, aunque también es una ayuda importantísima, porque hace que tengamos presente la situación de la población saharaui, que no la olvidemos».

Entre los voluntarios de Tadamum que trabajan en el empaquetado de la recogida de alimentos, hay dos jóvenes saharauis afincados en Irun. Ambos nacieron en los campamentos de Tindouf. Salka Boussaula viajó por primera vez a España siendo niña, con el programa ‘Vacaciones en paz’ . «Estuve en Andalucía, con una familia de acogida. Aquí en Irun llevo tres años, trabajando a veces y a veces no. No tengo un trabajo seguido, pero sí por temporadas. Desde que estoy aquí, he vuelto una vez a Tindouf. Tengo allí mi familia, amigos y vecinos, pero no hay trabajo. Vivir en los campamentos es muy duro. Ellos sólo esperan volver algún día a su tierra. Me gustaría que el mundo viera lo que hay y lo duro que puede ser».

Slama Mohamed Lamin también viajó por primera vez con el programa ‘Vacaciones en paz’. «Fui con una familia catalana, a Barcelona. Vine a Irun hace tres años . Estoy con una buena familia, que para mí es como mi familia, porque me tratan como a un hijo». Slama quiere dar las gracias «al pueblo de Irun por esta recogida de alimentos. Que sepan que hacen mucha ayuda para la gente que está en los campamentos. Allí no hay nada, sólo lo que reciben de las caravanas. Llevan más de 40 años y ya hay mucha gente que ha muerto esperando».