Saharaui preso por el caso Gdaim Izik lleva 10 días en huelga de hambre

Rabat, 22 ene (EFE).- Un activista saharaui, condenado a 25 años de prisión en el macrojuicio de Gdaim Izik, lleva diez días en huelga de hambre para pedir la mejora de sus condiciones de encarcelamiento, informó hoy a Efe una fuente de su familia.,El activista Mohamed Lamine Haddi, que se encuentra en la prisión de la ciudad de Tiflet (50 kilómetros al este de Rabat) empezó su huelga de hambre el 13 de este mes para reivindicar que se le permita reunirse con el resto de los presos saharauis y que se le proporcione comida caliente.

Rabat, 22 ene (EFE).- Un activista saharaui, condenado a 25 años de prisión en el macrojuicio de Gdaim Izik, lleva diez días en huelga de hambre para pedir la mejora de sus condiciones de encarcelamiento, informó hoy a Efe una fuente de su familia.

El activista Mohamed Lamine Haddi, que se encuentra en la prisión de la ciudad de Tiflet (50 kilómetros al este de Rabat) empezó su huelga de hambre el 13 de este mes para reivindicar que se le permita reunirse con el resto de los presos saharauis y que se le proporcione comida caliente.

El recluso, de 42 años y con diez años de reclusión cumplidos, exige también su traslado a un prisión cercana a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, donde reside su familia.

Su hermana Taslah Haddi explicó a Efe que recurrió a esa protesta ante la falta de respuesta a sus reivindicaciones, después de cumplir varias huelgas de hambre de duración limitada en las últimas semanas.

Como acto de solidaridad con el activista, otros siete detenidos saharauis en el caso de Gdaim Izik cumplieron anoche una huelga de hambre de 48 horas, que llamaron «de advertencia».

Los sucesos de Gdaim Izik supusieron el momento más crítico vivido en los últimos años en los territorios saharauis: en 2010, el levantamiento de un campamento a las afueras de El Aaiún para reclamar mejoras sociales derivó en actos violentos tras la intervención de las autoridades marroquíes para desmantelarlo.

Durante el desalojo del campamento, murieron asesinados once agentes marroquíes y dos civiles saharauis, lo que convirtió aquellos hechos en los más graves vividos en el Sáhara desde la proclamación del alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario en 1991. EFE

(Fuente:lavanguardia-2021/01/22)