Un centenar de niños y niñas extranjeros, que pasan el verano con familias donostiarras, fueron recibidos en la tarde de ayer en el Ayuntamiento de Donostia, que quiso así hacer un gesto de acogida para los particulares veraneantes. En concreto, los txikis que ocuparon el mismo salón de plenos que horas antes había acogido a Woody Allen proceden de zonas cercanas a Chernóbil, como Rusia, Bielorrusia y Ucrania, así como del Sáhara, donde las extremas condiciones del verano, hacen aconsejable que los pequeños viajen, como hacen desde hace décadas. El alcalde y varios concejales recibieron a los pequeños que acudieron al Consistorio con sus familias de acogida.