El Sáhara Occidental vuelve a la actualidad de la ONU sin enviado especial ni visos de solución a corto plazo

La descolonización del Sahara Occidental sigue pendiente en la agenda de la ONU. La renovación del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso) vuelve a poner sobre la mesa el estancamiento de este conflicto, en el que la ONU parece cada vez menos implicada, sin enviado especial desde que en mayo de 2019 dimitiese Horst Koehler.

La Minurso se estableció en 1991 como instrumento de vigilancia para el alto el fuego entre las fuerzas de Marruecos y las del Frente Polisario, que controla la República Arabe Saharaui Democrática (RASD). Su objetivo último, contemplado incluso en el nombre de la misión, es la celebración de un referéndum de autodeterminación, lo que permitiría resolver un conflicto enquistado en el tiempo.

Casi tres décadas después, sin embargo, la situación sigue prácticamente igual. Durante la etapa de Koehler como enviado especial se efectuó un tímido intento de acercar de nuevo a las partes, con dos reuniones en Ginebra –en diciembre de 2018 y marzo de 2019– en las que de nuevo quedó en evidencia que Rabat no permite más que una autonomía limitada y el Polisario no desiste en su reivindicación de la plena independencia.

En mayo de 2019 dimitió Koehler y, con esta salida, atribuida a razones de salud, se aparcó esta iniciativa de acercamiento, que contó con Argelia y Mauritania como observadores. Durante este último año se han sucedido las especulaciones en torno al nombre del sucesor de Koehler, pero desde la oficina de quien debe nombrarlo, el secretario general de la ONU António Guterres, guardan silencio.

El principal portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha confirmado que la búsqueda sigue su curso, sin dar plazos. «La Minurso sigue cumpliendo su mandato bajo el liderazgo del representante especial del secretario general, Colin Stewart», jefe de la misión, ha precisado.

El propio Guterres dice en su informe más reciente sobre el Sahara Occidental, publicado a principios de octubre, que está «comprometido con la designación de un nuevo enviado personal para avanzar sobre el progreso alcanzado». También se declara «convencido» de que es «posible» llegar a una «solución» a pesar de «la pausa en el proceso político», tras la dimisión de Koehler.

El Consejo de Seguridad vuelve a tener sobre la mesa la prórroga de la Minurso, lo que ha derivado en los últimos días en protestas para llamar la atención sobre la falta de avances sobre el terreno. Grupos saharauis han protagonizado varias movilizaciones, principalmente en el paso fronterizo de Guerguerat, que conecta con Mauritania.

Brahim Gali, presidente de la RASD, ha enviado una carta a Guterres para pedirle que se abstenga de enviar a la Minurso a Guerguerat para facilitar el tráfico de personas y mercancías, recordando que su labor no es la de ser una «policía de tráfico» en un paso que el Polisario cataloga de «ilegal».

«La Minurso se desplegó en el Sahara Occidental en 1991 para celebrar un referéndum libre y justo para la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental y para aplicar, con ese fin, todas las demás tareas relacionadas, incluida la supervisión del alto el fuego», ha recordado Gali en su misiva.

El líder del Polisario ha defendido que el movimiento hace «todo lo posible» para «calmar la situación», en medio de los «crecientes y legítimos sentimientos de ira y descontento del pueblo saharaui ante el incumplimiento de la Minurso a sus obligaciones después de 29 años de su despliegue». No obstante, ha apuntado que «nadie debe esperar del Frente Polisario que impida a los ciudadanos saharauis ejercer sus derechos legítimos de manifestarse pacíficamente y oponerse a la ocupación marroquí».

El Polisario tiene como principal valedor en la zona a Argelia, país que acoge a unas 140.000 personas refugiadas en los campamentos de Tinduf, mientras que Marruecos ha esquivado cualquier tipo de presión para seguir ciñéndose a su plan de autonomía, según el cual el hipotético referéndum nunca incluiría entre sus opciones la independencia de la antigua colonia española.

Uno de los debates recurrentes con cada renovación de la Minurso gira en torno al alcance del papel que debe desempeñar el contingente, ya que periódicamente surgen voces que piden que vigile también el respeto a los Derechos Humanos, algo a lo que Marruecos siempre se ha opuesto y ha utilizado al Gobierno francés en el Consejo de Seguridad para frenarla.

(Fuente: arainfo-2020/10/27)