Días de incertidumbre para 34 familias alavesas

Se retrasa la llegada de los niños y niñas saharauis que tenían que haber aterrizado el 28 de junio en Vitoria para pasar el verano en la capital alavesa.

Incertidumbre, desconocimiento, nervios y cambios de planes a última hora. Es lo que están viviendo estos días un total de 34 familias alavesas que desde el martes tenían que haber visto cómo aumentaba su hogar con un miembro más.

La llegada de los niños y niñas saharauis que vienen a pasar el verano a Álava se retrasa, sin justificación y sin que las familias hayan recibido ningún tipo de explicación.

En Afanis, la asociación de familias de acogida que trabaja en Vitoria desde 2005, están desconcertados por este retraso sin motivo aparente que afecta directamente a los menores, porque son los que están perdiendo días de su estancia en Vitoria que no van a recuperar.

Tal y como explica Irune Lujambio, madre de acogida y responsable de Afanis en Álava, el pasado 21 de junio el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el decreto que establecía los permisos para la entrada en España de los 2.200 menores saharauis que pasarán aquí el verano.

“Sin embargo, el decreto no se ha publicado en el BOE, y por lo tanto, no han podido viajar aún”, apunta Lujambio, quien alude a razones políticas como posible motivo que espera se resuelva rápidamente, “por el bienestar de los menores”.

“El Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava, la Subdelegación del Gobierno y el Frente Polisario están tan sorprendidos como nosotros y las familias por este retraso sin ninguna explicación. Pero nos aseguran que como todo está preparado, en cuanto se publique el decreto en el BOE, como mucho en tres días estarán aquí”, explica esta madre de acogida.

«Les hace mucha falta venir a Vitoria»

«Les hace mucha falta. Han sido dos años muy duros para la población refugiada saharaui porque el covid ha paralizado por completo la ayuda humanitaria que reciben para subsistir en el desierto«, explica Irune Lujambio.

Desde Afanis solo pueden decir gracias a las 34 familias que se han interesado por el programa y que van a hacer que estos menores puedan venir a Vitoria en julio y agosto.

En los campamentos de Tinduf donde viven no han tenido asegurada ni una comida al día durante este tiempo de pandemia. Además de no haber recibido alimentos, ni medicinas, ni ayudas económicas (que les envían muchas familias y ONGs) desde marzo de 2020 cuando llegó el confinamiento, muchos proyectos de cooperación en los campos de refugiados están completamente paralizados.

«A pesar de las condiciones en las que viven, son niños y niñas sanos, sólo necesitan al llegar a Vitoria una pequeña revisión en el pediatra», recuerda Irune Lujambio. Las familias interesadas tienen que ocuparse de la manutención, de la ropa (porque los niños llegan con lo puesto y sin maleta) y de que pasen una revisión médica.

«Lo que hacen las familias voluntarias es acoger un hijo durante dos meses. Y pueden seguir haciendo los planes que tenían previstos para el verano, como ir de vacaciones a la playa o ir al pueblo.

(Fuente: noticiasdealava-2022/06/29)