Activista saharaui forzado a abandonar su huelga de hambre

Campamentos refugiados saharauis (Argelia), 22 mar (EFE).- El activista saharaui Mohamed Lamin Haddi, fue forzado por las autoridades penitenciarias de Marruecos a abandonar su huelga de hambre, que comenzó el pasado 13 de enero, denunció hoy la madre del detenido, Munina Haddi, en declaraciones a la Televisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD TV).

«Dice que le han puesto tres inyecciones y una sonda nasal (…) La presión les ha obligado a darle el teléfono y le han dicho: informa a tu familia de que has terminado la huelga. La huelga no la ha parado por voluntad propia», declaró Munina visiblemente afectada con una fotografía de Haddi entre sus manos.

Asimismo reveló que su hijo tiene el lado izquierdo de su cuerpo paralizado y reclamó el acceso de médicos «independientes» para comprobar su estado de salud y una posible paraplejia.

La familia asegura que había perdido el contacto con Heddi desde hacía casi un mes, momento en el que fue puesto en aislamiento, y que desconocía si se encontraba todavía en vida ante la ausencia de explicaciones por parte de las autoridades marroquíes.

A principios de marzo, la madre y los dos hermanos del activista fueron detenidos por la policía marroquí durante varias horas tras difundir un vídeo en las redes sociales en el que acusaban a Marruecos de prohibirles el régimen de visitas después de acudir a la prisión de Tiflet, al este de Rabat, al no tener noticias suyas desde hacía diez días.

«Si todavía sigue vivo deberían permitirnos visitarle y si está muerto deberían darnos sus restos. No me moveré hasta que vea a mi hijo», reclamó la madre en un vídeo difundido en la cuenta Twitter de la organización «Equipe Media», galardonada en España por su defensa de los derechos humanos.

Tras diez años de reclusión cumplidos de un total de 25- tres de ellos en aislamiento-, Haddi comenzó una huelga de hambre para exigir su traslado a un prisión cercana a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, donde reside su familia y que se encuentra a 1.200 kilómetros de distancia.

Haddi, de 42 años, fue condenado junto a otras 23 personas en un macrojuicio por las protestas de 2010 que tuvieron lugar en la zona desértica de Gdeim Izik (a 30 kilómetros de El Aaiún) para reclamar mejoras sociales y que derivó en actos violentos tras la intervención de las autoridades marroquíes para desmantelar el campamento improvisado.

La situación en la antigua colonia española es de alta tensión desde que el 13 de octubre fuerzas armadas marroquíes penetraran en el paso de Guerguerat, zona fronteriza que separa Mauritania de los territorios que el Ejército marroquí ocupa desde 1975, para desalojar a un nutrido grupo de saharauis que habían acampado con el fin de interrumpir un tránsito de mercancías que el Frente Polisario denuncia como ilegal.

Apenas 24 horas después de la ofensiva, el secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por decenas de países -en su mayoría africanos-, Brahim Ghali, aseguró que suponía una violación del alto el fuego y consideró rota la tregua firmada en 1991.

A las tensa situación se añadió el reconocimiento por parte de la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump del Sáhara Occidental como parte de Marruecos. EFE

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(Fuente:swissinfo-2021/03/22)